Plaza Jesús de la Pasión, 6, 41004 Sevilla
Teléfono: 623 78 82 20
Hay cocineros que cocinan. Y hay otros que fermentan ideas. Massimiliano Prete pertenece a esta segunda especie: la de los que no se conforman con seguir recetas, sino que las reescriben desde la raíz. Su historia no empieza en una cocina, sino en una obsesión: la masa. A los 15 años, en su Puglia natal, descubrió que el pan no era solo pan, que la pizza podía ser poesía, que la fermentación era una forma de meditación. Desde entonces, su vida ha sido un viaje de levaduras y harinas, de fórmulas y fracasos, de hornos encendidos y sueños en reposo. Saluzzo, Alba, Turín… cada ciudad fue un laboratorio, una etapa de una revolución silenciosa. En 2022, su proyecto Sestogusto se consolidó como un manifiesto: el sexto gusto, ese que no se enseña en las escuelas de cocina, pero que todos llevamos en la boca cuando mordemos un buen pan. Y ahora, Sevilla. No como destino turístico, sino como punto de partida. Porque Sestogusto Sevilla no es una sucursal: es una declaración. El primer paso fuera de Italia. El primer capítulo de una nueva historia. Y como toda buena historia, empieza con una masa.
Sestogusto Sevilla se planta en pleno corazón de la ciudad, en la Plaza Jesús de la Pasión, como si supiera que allí, donde antes se vendía pan, ahora se honra su evolución. El interior respira una elegancia cálida y contenida. La iluminación suave, con lámparas que bañan de ámbar el espacio, crea una atmósfera íntima sin caer en el exceso. Las líneas son puras, los materiales nobles: madera clara, tapizados en tonos tierra y un juego de texturas que equilibra modernidad y confort. La pared ondulada del fondo, con su luz rasante, aporta movimiento y profundidad, mientras que las mesas, dispuestas con precisión casi escenográfica, invitan a la conversación y al disfrute pausado. El conjunto es acogedor, contemporáneo y armónico, un lugar donde cada detalle parece pensado para acompañar, sin distracción, el verdadero protagonista: el sabor. Hay un rincón de tienda, pequeño pero revelador, donde se pueden adquirir algunas de las materias primas que dan vida a las pizzas: harinas seleccionadas, conservas italianas, aceites que cuentan historias. La cocina, dirigida por Rubén Prados, se deja ver, como un escenario donde se representa cada noche una obra distinta. La sala, bajo la batuta de Nikša Beloč, funciona como un reloj suizo con alma andaluza. Y la coctelería, a cargo de Cisco Rodríguez, es el prólogo líquido de lo que está por venir.
Aquí no se viene a comer pizza. Se viene a entenderla. La carta de Sestogusto Sevilla es un tratado de masas: Classica, Pizz’Otto, Croccante, Fa-Croc y La Pala. Cada una con su personalidad, su ritmo, su forma de dialogar con los ingredientes. No hay rellenos, hay narrativas. No hay toppings, hay producto. Pizzas clásicas: I Gusti dell’Orto 13,50€, Sole del Sud, La Tonnetto 14,50€, La Toumin 13,50€ y La Pomod’oro. Fa Croc: mini focaccias crujientes con Il Crudo 11,00€, Il Baccalà 12,00€ y La Mortadella 9,50€. La Pala: mitades combinadas Rossa / Crudo, Sole del Sud / Toumin y Chorizo y Anchoas / Parmigiana. Poker Croccante, que permite probar varias recetas en porciones, es como leer varios capítulos de una novela sin perder el hilo: Gambero, Acciuga, Vitello Tonnato y Pata Negra (2 porciones de cada uno) 33,00€, también disponibles por unidad. Pizz’otto: L’Acciuga 19,50€, con anchoas del Cantábrico y tomate del Vesubio, es una oda al mar y al volcán, Il Parma 28,50€ y Il Pata Negra 28,50€, con jamón ibérico de bellota, es un puente entre dos mundos. Postres: Birra di Focaccia, gran masa fermentada con helado, Frescura Estival, Profiteroles, Tenerina, Tiramisú y helados o sorbetes de temporada. Los menús degustación, Chef Table con 5 sugerencias del chef y 3 copas de vino (49,00€ y 69,00€) y Original Italiano 33,00€, son experiencias inmersivas, diseñadas para explorar texturas, fermentaciones y maridajes. No hay platos estrella, porque aquí la estrella es la masa. Y cada bocado es una lección de humildad, técnica y emoción.
Sestogusto Sevilla ofrece una forma distinta de entender la cocina italiana. Aquí el sexto gusto no se enseña, se descubre: esa sensación que no se puede explicar pero que reconoces cuando un plato te conmueve. Massimiliano Prete ha traído a Sevilla su manera de trabajar la masa, combinando técnica y creatividad, respetando la tradición italiana pero adaptándose al ritmo de la ciudad. Sus pizzas están sin duda entre las mejores de Sevilla. Su masa ligera, crujiente en el centro y aireada en los bordes, convierte cada bocado en una experiencia memorable; aquí la masa no es solo el medio, sino el mensaje. Nuestra experiencia a la carta para dos personas salió por 60 €, incluyendo dos cócteles, vino y postre, ofreciendo una cena original, de calidad y con un servicio atento y muy profesional. Sestogusto es un lugar donde la técnica, la materia prima y la creatividad se combinan para dejar una impresión duradera. Lo cierto es que nos ha encantado. Queda anotado para volver.
