Avenida de la Buhaira 4, 41008 Sevilla
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Si alguien me hubiera preguntado durante los últimos años qué restaurantes me gustaría recuperar para Sevilla, Raíces estaría sin duda entre mis preferencias. Por eso es una auténtica alegría poder anunciar la reapertura de este local tan emblemático. Y es que después de varios años de ausencia, Raíces regresa al panorama gastronómico sevillano con la fuerza de quien sabe que dejó una huella imborrable. Aquellos que lo conocieron en su etapa inicial, en Juan de Zoyas junto a La Buhaira, recuerdan perfectamente cómo el local consiguió acercar la cocina peruana a la ciudad cuando aún era una rareza. Ahora vuelve en plena avenida, en un enclave más visible y ambicioso, dispuesto a recuperar el lugar que siempre le perteneció. Este regreso es la culminación de un proyecto que ha marcado la historia de la cocina peruana en la capital andaluza. La alianza entre el grupo sevillano La Cañera (Lourdes de la Escalera y Curro García) y el chef Daniel Cárdenas aporta experiencia y creatividad, creando un espacio donde se celebra el presente y se apuesta por una nueva e ilusionante etapa. Al frente se mantiene Dani Cárdenas, chef y empresario cuya trayectoria por algunas de las cocinas más importantes de Sevilla lo ha convertido en un referente de la gastronomía peruana. Su pasión, constancia y amor por los sabores de su país se reflejan en cada detalle de esta reapertura. Para él, Raíces no es solo un restaurante, sino un proyecto vital, resultado de años de trabajo, visión y madurez culinaria, que regresa para reconectar con clientes y seguidores que nunca dejarmos de creer en su propuesta.
El nuevo Raíces sorprende desde el primer paso. Su diseño moderno y luminoso está pensado para que el comensal se sienta parte del movimiento del local, con una cocina abierta que se convierte en protagonista y revela la técnica y el cuidado detrás de cada plato. El espacio respira orden y contemporaneidad, con grandes ventanales que conectan el restaurante con la ciudad y permiten que la luz natural se mezcle con los colores vivos de la cocina. La decoración evita los clichés folclóricos y apuesta por una elegancia cálida, donde los guiños al Perú se integran con naturalidad. El mural central, imponente y lleno de simbolismo, representa las tres grandes regiones del país: la selva, el interior andino y la costa. En él, animales míticos, raíces y paisajes entrelazados se funden en una narrativa visual que celebra la diversidad cultural y natural del Perú. Las figuras humanas, los árboles y los elementos sagrados dialogan con el entorno, convirtiendo la pared en un relato vivo que acompaña la experiencia gastronómica. El resto del local mantiene esa coherencia estética: retratos iluminados, mobiliario funcional y detalles artesanales que aportan textura sin saturar. Cada rincón está diseñado para invitar a quedarse, ofreciendo una experiencia completa que honra la tradición peruana desde una mirada contemporánea.
La propuesta gastronómica de Raíces rinde homenaje a los sabores que hicieron del restaurante un nombre imprescindible en Sevilla. La cocina novoandina, que fusiona la tradición peruana con técnicas modernas, ocupa un lugar central en la carta, transformando ingredientes autóctonos como la papa morada, el ají amarillo o el maíz morado en creaciones frescas, equilibradas y llenas de matices. La carta despliega una propuesta diversa y sabrosa que arranca con clásicos para compartir como las yuquitas fritas, los tequeños de queso, las croquetas de ají de gallina, los patacones de cerdo o las mazorcas anticucheras con queso rallado. Ensaladas como la de pechuga, la gyozas de chancho y la ensaladilla de atún al ajillo con emulsión de ají, junto a platos clásicos como las papas a la huancaína. Los sánguches aparecen con opciones como el de pollo desmechado con bacon, pavo asado y papas pajas o el de lechón y salsa criolla. El ceviche, plato insignia de Dani Cárdenas, vuelve a brillar, acompañado de propuestas que reflejan la diversidad del Perú: cortes marinados, ajíes con personalidad, y guiños al street food limeño que inspiró al chef desde sus inicios. Ceviches clásicos, mixto, de atún y ají amarillo, el nikkei, el ceviche de presa, el de vieira, navajas o pulpo, ademas de un tiradito. Hasta cinco tipos de causas, de pollo desmenuzado, la causita de pulpo brasero con aire de lima, la causita de stataki de atún o la causita acevicxhada de corvina. En el bloque, “Que buena pinta”, se ofrecen anticuchos variados y chicharrón de chancho. Woks de arroz chaufa de pollo, cerdo o marisco, lomito saltado, tallarin saltado de pollo o ternera, costilla glaseada. Y en el apartado nikkei, makis y niguiris como el de atún anticuchero. Y como broche, una pequeña sección de postres, pye de lima, suspiro limeño y coulant de chocolate ademas de piscos sours en todas sus versiones, que completan una carta que celebra la fusión, el sabor y la memoria.
La reapertura de Raíces es, para los amantes de la cocina peruana, como reencontrarse con un viejo amigo. Su regreso representa la recuperación de un lugar que transformó la manera en que Sevilla comprendía y disfrutaba la gastronomía del Perú. En sus mesas muchos descubrieron por primera vez sabores que hoy ya son comunes en la ciudad: la acidez vibrante del ceviche, los ajíes que pintan los platos de colores intensos, la armonía milimétrica de sus causas limeñas. Su influencia fue tal que, en gran medida, la popularidad actual de la cocina peruana en Sevilla le debe mucho a aquel primer Raíces. Su regreso nos alegra porque vuelve un referente, pero también porque simboliza la madurez gastronómica de una ciudad que ya sabe apreciar, entender y disfrutar de esta cultura culinaria. Raíces regresa renovado, más consciente de su papel, dispuesto a emocionarnos de nuevo y a seguir siendo esa casa donde aprendimos a acercarnos a Perú con curiosidad, devoción y, sobre todo, sabor.
